En una carta, el reverendo Nelson Rafael Paulino, pidió tomar en cuenta “el amplio espectro de virtudes y contribuciones positivas” de Gutiérrez
Un párroco y el presidente de la Junta de Vecinos de Gurabo, ubicada en Santiago de los Caballeros, fueron dos de las decenas de personas que escribieron cartas avalando por el carácter “ejemplar” y las generosas contribuciones del exdiputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Miguel Gutiérrez, condenado a 16 años de cárcel en Estados Unidos por actividades vinculadas al narcotráfico.
En su misiva, dirigida al juez titular del caso Roy K. Altman, al que este medio tuvo acceso, el reverendo Nelson Rafael Paulino de la parroquia San Bartolomé en Gurabo abogó para que al exlegislador lo consideren de manera favorable durante su proceso judicial.
Paulino destacó el carisma de Gutiérrez, describiéndolo como una persona respetuosa con gran capacidad de liderazgo y comprometida con su familia.
El religioso también aseguró que a pesar de entender el hecho de que los “errores cometidos” por Gutiérrez deben ser pagados penalmente, instó al juez a tomar en cuenta “el amplio espectro de virtudes y contribuciones positivas” del exdiputado, antes de decidir sobre el caso.
“Miguel Gutiérrez ha demostrado ser un individuo ejemplar en su compromiso con su familia y su comunidad. Durante varios años, ha brindado apoyo constante a esta parroquia cada vez que ha sido requerido. Su generosidad y entrega han sido notables en momentos de dificultad y, particularmente, durante la complicada situación que atravesó nuestro país durante la pandemia. Es mi ferviente deseo que esta comunicación pueda sensibilizar su excelencia y que tome en consideración la importancia de la justicia y la equidad en el presente caso”, indicó el párroco en su carta.
Sentimientos parecidos fueron reflejados en la carta de José Crisóstomo González, quien por más de 15 años se ha desempeñado como presidente de la Junta de Vecinos de Gurabo, en Santiago.
En su misiva afirmó que ha tenido el “privilegio” de conocer a Gutiérrez desde hace varios años, asegurando que él y su familia han sido un “pilar” para su comunidad, destacando las donaciones y ayuda que ha canalizado con sus recursos.
Asimismo, aseveró que el exdiputado es un hombre dedicado a su familia y a sus negocios, lamentando, al igual que el párroco, que un “error” borre manche una vida de logros y arduo trabajo de un “hombre productivo”.
“Es verdaderamente lamentable que un infortunado error empañe toda una vida de logros, desarrollo y dedicación como la que ha tenido el Señor Miguel Gutiérrez. Reconozco que las leyes de una nación deben ser respetadas y que cada error conlleva consigo consecuencias legales que deben cumplirse. No obstante, hago un llamado a su consideración para que tenga en cuenta que un error no puede borrar los actos y logros de la persona en cuestión. Por lo tanto, le pido encarecidamente que, al tomar su decisión, considere todas estas cualidades”, escribió.
Sin embargo, ni el párroco ni el presidente de la Junta de Vecinos de Gurabo, mencionaron cuál fue el “error” cometido por Gutiérrez.
NO FUERON LOS ÚNICOS
Paulino y González no fueron los únicos en respaldar al exlegislador a través de cartas, ya que al juez le enviaron varias cartas de esta naturaleza, aunque la mayoría fueron escritas por hijos del exdiputado.
De manera similar, el equipo legal de Gutiérrez recolectó la firma de decenas de comunitarios de Gurabo, a fin de respaldarlo.
¿QUÉ HIZO GUTIÉRREZ?
El exdiputado aceptó dos cargos levantados en su contra por parte de la justicia de Estados Unidos.
Uno de ellos fue lavado de activos. Reveló a la justicia de EE.UU. que utilizó empresas familiares para blanquear ganancias provenientes del narcotráfico, valoradas en 6 millones de dólares (alrededor de RD$ 354.8 millones), entre 2014 y 2020.
El otro cargo fue de conspiración para distribuir cocaína, Gutiérrez fue acusado de formar parte de una organización de narcotráfico que se dedicaba al envío de cocaína desde República Dominicana a territorio estadounidense.
Según el escrito, Miguel Gutiérrez era el “responsable de obtener la cocaína de fuentes de suministro en República Dominicana e invirtiendo cocaína en los cargamentos que se importan a Estados Unidos”.
Además Gutiérrez “dirigió y manejó” a otros miembros de la organización criminal “quienes empaquetaban la cocaína en República Dominicana”.
“El acusado vendía cocaína importada por la organización criminal a co-conspiradores en el sur de Florida, Nueva York y Filadelfia”, dice el documento.
